Nuevamente los Jeep Grand Cherokee y Dodge Durango tienen que pasasr por un concesionario Chrysler, pero esta vez la falla en los frenos es mucho más importante que la llamada a revisión del mes pasado.
Se ha comprobado que la bomba de freno de estos vehículos está expuesta a oxidarse y al ingreso de agua dentro del sistema de frenos. Hubo un accidente menor por falla en los frenos, se comprobó en ese caso que el frio extremo había congelado un poco de agua que nunca debió ingresar a la bomba de frenos.
La reparación consiste en colocar un tipo de protector especial al sistema de frenos para evitar la corrosión y si alguna bomba está oxidada; la empresa se ha comprometido a cambiarla.
Los Jeep Grand Cherokee y Dodge Durango fabricados desde el año 2013 no necesitan ir a esta revisión ya que tienen una bomba de freno especialmente protegida para evitar la corrosión.
«Los vehículos están equipados con otro sistema hidráulico de compensación que ayuda a frenar incluso cuando los niveles de la bomba de frenado son bajos, pero los consumidores pueden experimentar excesiva firmeza en el pedal», indicó Chrysler en un comunicado oficial.
La llamada a revisión afecta a 644.354 vehículos vendidos en EEUU; 42.380 en Canadá; 21.376 en México, y 159.685 en el resto del mundo.